El 86% de los campesinos y colonos bolivianos es pobre multidimensional
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DESIGUALDADES - 3
Diciembre de 2019
CONOCIMIENTO AL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES
SON EL 25% DE LOS TRABAJADORES Y SUMAN 1,3 MILLONES DE PERSONAS
El 86% de los campesinos y colonos
bolivianos es pobre multidimensional
El aporte de los campesinos a la producción de alimentos tiende a disminuir, de manera que hacia 2013
solo participaban con el 10% de la producción agrícola nacional.
Una gran masa de campe-
sinos pobres es el resultado
general de las políticas agrope-
cuarias que privilegian el desa-
rrollo de la producción de la
gran empresa agropecuaria en el
oriente del país, y han profun-
dizado las tendencias a la dife-
renciación social de los pro-
ductores y a la parcelación de la
tierra en el altiplano y los valles,
donde se concentran las unida-
des productivas campesinas.
La investigación reciente
sobre la pobreza multidimen-
sional del CEDLA conrma la
profundización de la desigual-
dad de acceso a la tierra, pues
las unidades productivas capi-
talistas tienen 83,6 hectáreas
en promedio, en tanto que las
unidades productivas campe-
sinas solo tienen 10 hectáreas
en promedio y, el 25% produce
con supercies menores a una
hectárea.
El aporte de los campesinos
a la producción de alimentos
tiende a disminuir, de manera
que hacia 2013 solo participa-
ban con el 10% de la produc-
ción agrícola nacional.
Es más, los campesinos
asentados en los departamen-
tos con mayores índices de
pobreza rural –Potosí, La Paz
y Chuquisaca− solo aporta-
ron con la mitad del reducido
volumen registrado aquel año,
precisa el estudio.
Todo ello tuvo lugar en el
contexto de una competencia
de los alimentos importados
a bajo precio, agravada por la
política de apertura comercial y
la ausencia de políticas e inver-
siones sucientes para revertir
los factores que inciden en su
baja productividad.
“A medida que disminuye la
producción y la capacidad para
sustentar sus medios de vida,
una gran cantidad de campe-
sinos ya no se presentan en el
mercado como oferentes de
bienes agrícolas, sino funda-
mentalmente como vendedores
de fuerza de trabajo, dentro o
fuera de sus lugares de residen-
cia habitual”, señala el estudio.
Es decir, son campesi-
nos semi-proletarizados, cuyos
ingresos familiares ya no depen-
den principalmente de la venta
de sus productos, sino de la
venta de su fuerza de trabajo.
Sin embargo, en el actual
panorama socioeconómico y
político, ni siquiera los proce-
sos de migración, doble residen-
cia y pluriactividad, en los cua-
les están inmersos, contribuyen
a reducir los niveles de pobreza
de este grupo social, que sigue
enfrentando enormes décits
en las condiciones para ejercer
sus derechos a salud, educa-
ción, vivienda y servicios bási-
cos mejorados.
Décits que también afectan
sus posibilidades de moviliza-
ción y acción colectiva.
Así, el derecho a la partici-
pación social y política de este
grupo de campesinos y colonos,
se ha visto cada vez más limi-
tado, agravada por el autorita-
rismo de sus dirigentes sindica-
les que trabajan para sus propios
intereses y benecios particula-
res en el marco de una relación
prebendal con el gobierno.
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